Cuando el
grupo estuvo a punto de reanudar la marcha Tifa les llamó un momento la
atención a todos.
— Antes de
partir quiero recordaros que estamos yendo hacia el norte siguiendo las
indicaciones de Aerith. Sephiroth pagará por sus crímenes, pero para ello
necesitamos seguir las pistas que nuestra amiga nos dejó. Por un lado tenemos
la materia blanca que nos permitirá invocar a Sagrado —dijo mientras la sacaba
de una bolsita de piel que llevaba colgada del cinturón y la mostraba al resto
del grupo— y por el otro tenemos a Kanha que será quién haga la invocación. Por
lo tanto, veo coherente que sea ella quién lleve la materia blanca, que se
familiarice con ella, y así cuando llegue el momento la use de la manera que
considere más adecuada. — Tifa le ofreció el fragmento luminiscente de mako
cristalizado y Kanha, un tanto insegura, extendió su mano para recogerlo, pero
Cloud se le adelantó y lo hizo primero.
— Me parece
bien. — Dijo él mientras se lo colgaba del cinturón. — Pero debéis recordar que
una invocación requiere una gran cantidad de energía vital y que Kanha acaba de
recuperarse de un desgaste muy importante. Así que yo custodiaré la materia
blanca hasta que ella crea que está preparada para usarla. — Al principio Kanha
quiso replicar diciendo que estaba bien pero su instinto actuó antes que su tozudez
y asintió con la cabeza dándole su consentimiento. Al fin y al cabo no se podía
permitir el lujo de repetir la escena que se produjo en el laboratorio del profesor
chiflado y perder esa segunda oportunidad que le había brindado el buen doctor
Yagoubi.
— ¿Entonces
ahora eres su guardián? — Preguntó Yuffie un tanto sorprendida ante lo que le
pareció una situación insólita.
— Siempre
lo ha sido. — Respondió Tifa esbozando una sonrisa un tanto nostálgica.
— Cuido de
ella igual que cuidaría de cualquiera de vosotros. — Contestó el joven un poco
molesto con la dirección que estaba tomando la conversación.
— ¡Vaya! ¡Pero
si resulta que además de hablar también sabes conversar! — Replicó la benjamina
haciendo crecer aún más la bola de nieve. Cloud simplemente arrugó la nariz
intentando contener las palabras y Tifa se alejó de ellos con una sonora
carcajada.
— Te queda
mucho por descubrir, muchacha…— Añadió la joven líder dando por concluida la
conversación.
Barret sacó
un silbato de uno de los bolsillos de su chaleco militar y lo hizo sonar. A
Nanaki pareció que le molestaba el sonido, pero el resto ni se inmutó porque no
oyeron nada. Sin embargo, al cabo de unos minutos apareció un pequeño rebaño de
chocobos que se acercó raudo a ellos sin vacilar y cuando los dos grupos se
reunieron, los de AVALANCHA sacaron unas monturas y los ensillaron. Kanha no
tenía una de aquellas majestuosas aves asignada así que subió con Cloud. Nadie
se lo dijo ni tampoco nadie se opuso a ello. Es más, parecía que todos tenían
asumido que debía ser así. Al poco rato, todos ellos, excepto el guepardo rojo,
montaban cabalgando hacia el norte.
Aquello le
trajo recuerdos muy agradables. Se abrazó a él apoyando la cabeza contra su
espalda. No podía parar de aspirar continuamente ese aroma que tanto la
hipnotizaba y además notaba cómo entraba y salía el aire de su cuerpo cada vez
que Cloud respiraba. Puedo notarlo todo,
puedo sentirlo aquí mismo. Es imposible que no sea real… Pensar en ello le
producía angustia, así que decidió dejar de hacerlo. En su lugar disfrutó de
cada detalle de aquella situación aunque era consciente que el estar allí era
algo temporal. ¡Por favor, no quiero
despertar! Sin embargo, por muy tentador que fuese creer que podría
quedarse para siempre, sabía que en algún momento tendría que volver y se
entristeció. Se sintió floja, impotente ante algo que se escapaba totalmente de
su control y aflojó la presión que sus brazos ejercían sobre el cuerpo del
joven. Enseguida él se dio cuenta e, interpretándolo como un síntoma de
debilidad, redujo la marcha y le agarró una de las manos para evitar que se
cayera de la montura.
— ¿Quieres
que descansemos un poco?
— No, estoy
bien. Podemos continuar, tranquilo. — Pero ya la conocía demasiado bien como
para creerse su fortaleza simulada.
— ¡Paremos
un momento! — Gritó Cloud al resto del grupo consiguiendo frenar a toda la
caravana. — Es mejor que no abusemos de los chocobos. Paremos, descansemos y en
un par de horas continuaremos. — Él también se esforzó por usar unos argumentos
que no mostraran a su compañera como un ser débil y ella se lo agradeció desde
lo más profundo de su corazón.
— Me parece
bien. Pero primero busquemos un sitio que permita que nos ocultemos. —
Respondió Tifa. Ella misma oteó rápidamente la zona y encontró una pequeña
cavidad rocosa que les podría servir, así que aceleró el paso y guió al resto
hasta el lugar. Acto seguido se apeó de su transporte y retiró la montura. El resto
simplemente la imitó.
Kanha
esperaba ir a cazar junto con Cloud durante aquella pausa, tal cual solían
hacer antes de ser capturados, pero no fue así. Y, de hecho, no hizo falta
porque en las mochilas que cargaban también llevaban víveres. Así que se
sentaron en círculo en el suelo y comieron y bebieron mientras que los chocobos
rondaban por allí como si fuesen salvajes. Las rocas les ocultaban de las
guardias que pudiese hacer un helicóptero, por ejemplo. Cuando ya estaban
acabando de comer y los que ya lo habían hecho se habían apartado un poco para
relajarse Yuffie quiso romper el silencio que imperaba.
— ¿Y de
dónde dices que eres? — Preguntó como si nadie se lo hubiese explicado nunca.
Todo el grupo, sin excepción, se giró hacia ella sorprendido por la incursión
del tema. Como si ya estuviera hablado y zanjado, pero aún así ella volviera a
preguntar lo mismo una y otra vez.
— Kanha es
de los Suburbios, igual que yo. — Contestó Barret tajantemente. Entonces las
miradas se centraron automáticamente en él. Todos, sin excepción, se
sorprendieron ante tal afirmación, pero sobretodo la aludida.
— ¿De los
Suburbios? Vaya… como es tan especial creí que sería de un sitio más exótico… —
Contestó un tanto decepcionada. Parecía que, por fin, se había acabado el
interrogatorio pero nada más lejos de la realidad. — Lo cierto es que me
pareció oír que tenías amnesia y que no recordabas tu pasado. ¿Acaso ahora sí?
¿Y dices que eres de los Suburbios?
— Y si no
lo es como si lo fuera. — Interrumpió Cloud. — Allí fue donde la conocimos y,
es verdad, no recordaba su pasado pero ¿a quién le importa eso? Lo que de
verdad cuenta son las decisiones que la han llevado hasta nosotros y a
colaborar con nuestra misión.
— Eso es
cierto. — Intervino Tifa. — Es absurdo preguntar estas cosas cuando en realidad
no nos importan.
Lo cierto
era que Kanha creía que con esa conversación había llegado el momento de
confesar lo que sabía, pero viendo las respuestas de sus amigos creyó que no
debía hacerlo. ¿Y qué les digo? ¿Que ya
me acuerdo de todo y que les puedo contar de dónde vengo? ¿Que en realidad Gaia
es un entorno virtual y que no existe como tal, que no es real? ¿Que son
personajes ficticios de un videojuego japonés? ¿Que estoy aquí porque en el
mundo real estoy en coma y mi mente confunde realidad y ficción? Aún así no
sabría explicarles por qué soy especial, por qué me puedo comunicar
telepáticamente con según quién o por qué puedo usar la magia blanca con tanta
naturalidad. No puedo destruir su mundo con lo que sé… Así que después de
darle un par de vueltas decidió dejarse defender por sus amigos y callar al
respecto. Además, tenía mucho que agradecerles y sobretodo se tenía que centrar
en lo que tenían por delante, que era lo más importante y el motivo principal
por el que había decidido volver. ¿A quién le importaba si era real o no? Sin
duda alguna para todos ellos lo era y no había más vuelta de hoja.
— Gracias,
chicos. — Dijo finalmente. — Siento no poder daros más información al respecto,
pero como bien dice Tifa lo importante es lo que está por venir. Además, aquí
la imprescindible no soy yo sola: todos somos necesarios para salir victoriosos
de ésta. Barret —empezó diciendo mientras le señalaba con un gesto con la mano—
es un gran líder. De pocas palabras, sí, pero es alguien con las ideas muy
claras y que prioriza la seguridad de las personas que tiene bajo su mando ante
cualquier adversidad. Tifa también lo es —continuó— y ambos se complementan a
la perfección ya que ella además aporta al liderazgo la parte más humana y, tal
vez, la menos estratégica. Cloud es un guerrero excelente que lucha usando la
fuerza física y la magia por igual. Tiene un gran sentido del honor y, a pesar
de parecer muy individualista, es un gran compañero en el combate. Nanaki tiene
pinta de ser un experto en magia negra, por lo que será de gran ayuda teniendo
en cuenta que, de momento, Cloud es el único que la domina bien. En cambio
Yuffie parece más hábil con las artes marciales, ¿verdad? En ese caso, también
será un activo muy importante en combates de corta y media distancia. Además,
estoy segura de que su pequeño tamaño y su habilidad para escabullirse será de
gran utilidad. También tenemos en el equipo a Vincent. ¿Y qué decir de un ex
miembro de los Turcos? Aunque el fulgor en sus ojos es distinto al de los otros
soldados que he visto hasta ahora, estoy segura de que tiene unas habilidades
de combate muy próximas a las de Cloud. Al fin y al cabo, ambos han pasado por
un proceso parecido mientras estuvieron en Shinra, ¿no? Y yo… en fin, podríamos
decir que soy una maga blanca.
— ¡Exacto!
La única del grupo, como tú misma has dicho. — Resolvió Tifa. — Por eso eres
tan importante y por eso debemos protegerte entre todos. — Y antes de que
hubiera réplicas continuó. — Sagrado es un hechizo de magia blanca y por lo que
tengo entendido es de alto nivel, por lo que, aunque uno de nosotros aprendiera
a usar la magia blanca más o menos bien antes de llegar al enfrentamiento final,
no creo que ninguno llegue a estar tan capacitado como tú. Os recuerdo que
debemos ir al continente del norte. Jénova y Sephiroth se dirigían allí para
invocar a Meteorito. No tenemos mucho tiempo por lo que sugiero aprovechar
estos descansos para centrarnos en nuestra misión. Así que antes de que se
desmadre más la conversación os voy a dar una serie de tareas que deberéis
llevar a cabo sin tener que repetirlas cada vez que tengamos la ocasión.
¿Entendido? — Todos asintieron, pero Tifa miró fijamente a Yuffie. — Sin que lo
tenga que repetir cada vez. ¿Queda claro? — Repitió dirigiéndose claramente a
la benjamina del grupo y con un tono de voz un poco más alto de lo habitual.
— ¡Como el
agua! — Exclamó la joven.
— Bien. No
tener que repetir las cosas representará un gran ahorro de tiempo que
justamente es lo que escasea. — Tifa los volvió a mirar a todos para captar su
atención. — Yuffie, a partir de ahora te encargarás de recolectar los víveres.
Conseguirás lo que necesitemos para continuar nuestro viaje. Eres una chica con
grandes recursos y estoy segura de que no representará un problema para ti.
Además, creo que será bueno para tu entrenamiento.
— ¡A la
orden! — Contestó enérgicamente poniéndose la palma de la mano en forma de visera,
como si fuese un soldado.
— Nanaki,
tú la acompañarás. No queremos que nadie se vaya solo. No nos podemos permitir
el lujo de perder a nadie. ¿De acuerdo? — El guepardo rojo asintió. — Cloud, tú
te encargarás del entrenamiento. Es decir, cuando hagamos una parada y no haya
que salir a por provisiones vosotros dos os quedaréis con el resto y Cloud nos
instruirá a todos. Cuando tengáis que salir se quedará con Kanha y con Vincent.
Son las dos personas más capacitadas para ayudar a nuestra maga blanca a encontrar
el camino para invocar a Sagrado. Al fin y al cabo son los únicos del grupo que
han estado expuestos a la energía mako. — Los tres asintieron al mismo tiempo. —
Por lo que respecta a Barret y mí, nosotros nos encargaremos del transporte, de
los campamentos y de la estrategia a seguir, aunque haremos reuniones bastante
a menudo para poner en común nuestras ideas y llegar a buen puerto de la mejor
manera posible. ¿Alguna pregunta? — Se hizo un breve silencio. — Bien…
— Sí, yo
tengo una. — Yuffie estaba levantando el brazo como si estuviera en el colegio.
Por lo visto todos esperaban esa interrupción y Tifa le cedió la palabra. —
¿Esas tareas las empezamos ya?
— Sí, en
cuanto acabemos de comer. — De nuevo hubo una pausa. — Por cierto Yuffie, no sé
si eres consciente de la importancia que tiene tu misión. Piensa que los
víveres son nuestra fuente de energía por lo que nuestra subsistencia depende
de ti. Quiero decir que serás la responsable principal de que no nos falte de
nada de ahora en adelante. — Tifa quería que la muchacha sintiera el peso de la
responsabilidad sobre sus hombros para que empezara a madurar y sabía que
Nanaki sería un buen compañero para ella.
— Lo capto.
No hay problema. Estáis en buenas manos. — El guepardo rojo la miró un poco preocupado
y Tifa le guiñó el ojo haciéndole cómplice de su confianza, gesto que el animal
enseguida interpretó y que hizo que relajara el semblante.
— ¿Alguna
pregunta más? — Todos miraron a la joven chica y ella se sintió aludida.
— Está todo
clarísimo.
— De
acuerdo. Hoy pasaremos aquí la noche. Barret y yo habilitaremos este hueco para
convertirlo en un buen escondite y protegernos de las guardias. Ahora marchad y
antes de que anochezca os quiero aquí a todos.
— Bueno,
pues yo me voy ya. —Anunció la más joven. —¿Vienes Nanaki? — Sin decir ni media
palabra más se pusieron en marcha y a los pocos segundos ambos habían
desaparecido del alcance de sus miradas.
Vincent era
uno de los que había acabado antes de comer y que se había apartado un poco del
círculo que habían dibujado sentados en el suelo. Estaba acostado, ligeramente
incorporado sobre una alforja de chocobo y observaba al grupo a cierta
distancia, sin formar realmente parte de él. Kanha lo había estado vigilando de
reojo mientras su amiga había estado dividiendo las tareas y al verlo tan
solitario, tan callado y con esa extraña luz en su mirada le recordó un poco a
Cloud.
— ¿Vamos? —
Preguntó su amigo tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse e
interrumpiendo el hilo de sus pensamientos.
Antes de
que la chica respondiese, notó cómo Vincent ya se había levantado y empezaba a
caminar en su dirección. Ella aceptó la invitación y se alejaron unos metros de
la cavidad rocosa. El ex Turco era alguien que no había conocido en el juego.
No tenía datos sobre él y todo lo que explicó de su mujer, del Proyecto Jénova
y del origen de Sephiroth era tan retorcido que le parecía inconcebible. Sin
embargo, conoció personalmente al doctor Hojo y sabía que con él nada era
imposible. No podía evitar mirar al nuevo miembro del grupo llena de curiosidad
mientras le daba vueltas a todo lo que sabía sobre él y Cloud no lo pasó por
alto. De pronto Kanha se dio cuenta de que seguían cogidos de la mano y se
ruborizó un poco. Pronto llegaron a un pequeño bosque.
— Pararemos
aquí. Meditaremos un poco e intentaremos conectar con el Lifestream. — Dijo el
joven rubio sin soltar a su chica. Vincent no medió palabra y obedeció.
Hablas como Aerith. Dijo Kanha
mentalmente, olvidando que ya no podía comunicarse con él, aunque enseguida
cayó en la cuenta y se sintió un poco tonta.
La verdad es que tuvimos muchas conversaciones
mientras dormías. Contestó Cloud en su cabeza. Aquello sí que no
se lo esperaba y aunque ya se había sentado en la posición de la flor de loto
casi se cae. Perdió totalmente la concentración hasta el punto que Vincent
abrió un ojo para ver qué pasaba, pero sólo la vio a ella que miraba a Cloud
totalmente incrédula. La reacción del joven fue inesperada: simplemente le
sonrió, en parte por lo cómico de la situación y en parte porque estaba
contento de darle una sorpresa agradable en un momento tan tenso como el que
estaban viviendo.
¡Pero…!
Sí, yo tampoco estaba muy seguro de que fuese
capaz de volver a hacerlo pero ya ves… Tengo mucho que contarte, Kanha… Antes
te he hecho una pincelada de lo más importante sobre nuestro viaje y en lo que
te concierne en el futuro más próximo, pero mientras dormías he descubierto
muchas cosas que no puedo compartir con los demás pero que debes saber. La chica
se sintió culpable por no corresponderle con la misma sinceridad y contarle lo
que había descubierto. Y en ese preciso instante se dio cuenta de que su propia
mente volvía a ser un espacio que no era sinónimo de intimidad, que debía ser
cuidadosa con lo que pensaba. Sin embargo, cuando estuvo pensando en si
confesar la verdad o no lo cierto es que Cloud no reaccionó en absoluto, por lo
que creyó que la comunicación no era exactamente como antes. Tenemos que pasar el máximo de tiempo juntos
para que pueda ponerte al día. Si seguimos a este ritmo en una semana y media
más o menos llegaremos a nuestro destino. Puede que antes si nos hacemos con un
medio de transporte aéreo, aunque creo que tendremos que conformarnos con una
pequeña embarcación para llegar al continente del norte. En cualquier caso,
vamos a contrarreloj y tienes que saber muchas cosas antes de ser capaz de
invocar a Sagrado.
¿Aerith te explicó cómo se hacía?
Me dijo lo que debías hacer cuando despertaras.
Pero no creo tener las respuestas a todo. Ya sabes que le gustaba mucho andarse
con rodeos…
Entonces, ¿ella sabía que iba a volver?
Sí, estaba convencida de ello. Decía que tu
mente estaba resolviendo otros asuntos, como si estuvieses consciente en otro
mundo, como si hubieses hecho una especie de viaje astral. O al menos eso fue
lo que me pareció por la manera en que hablaba de ti. Aún así no dudó ni un
instante en que estarías de vuelta para cuando te necesitáramos. Y aquí estás. Cloud hizo
una pausa. Vincent estaba aparentemente concentrado en su meditación, pero la
pareja no podía centrarse; era como si se vieran por primera vez desde hacía
años. Ni podían meditar, ni podía dejar de mirarse. Lo cierto es que cuando desperté en la sede de AVALANCHA enseguida se
quiso acercar a mí, intentar consolarme supongo, pero no fui capaz de abrirme y
le puse una barrera, como al principio. Pero pronto se ganó mi confianza,
empezamos a pasar más tiempo juntos, me enseñó a mejorar mis artes mágicas y
también me preparó para cuando este momento llegara.
¿Prepararte?
Sí… Me dijo que volverías y que nuestra conexión
sería clave para derrotar a Sephiroth y destruir a Jénova y todo su legado. Por
eso se centró durante mucho tiempo en intentar eliminar un bloqueo mental que
tenía. Dijo que se había creado con magia y con magia se podía quitar. No fue
una tarea fácil, pero ya ves; al final lo consiguió. Y debo admitir que no
estaba muy segura de su éxito. Tampoco podía comunicarme contigo y te aseguro
que lo intenté muchas veces.
Cloud…
Aerith decía que estabas ida, que no podríamos
contactar contigo hasta que no decidieras volver y que sin duda volverías
porque tenías muchas cosas importantes por resolver.
Así es. Dijo la muchacha con las emociones a
flor de piel. Quería contárselo todo, no quería sentirse como si le estuviera
engañando, pero creyó que el momento no era el adecuado.
Kanha… esto no me lo dijo Aerith pero quiero que
lo sepas: tenemos una conversación pendiente. Sé que tienes algo que decirme,
que ese viaje del que hablaba Aerith es algo muy importante para ti. Lo sé
porque lo veo en tu mirada cada vez que saco el tema, pero también sé que antes
de una misión importante es vital mantener la concentración. Por eso te pido
que no me cuentes nada y que lo dejes a un lado para centrarte en lo que
tenemos entre manos. ¿Sí?
Por supuesto.
Yuffie Kisaragi |